Hablar de arte dentro de los procesos científicos, amerita comprender la complejidad que envuelve la realidad que se desea captar e interpretar, en aras de generar conocimiento desde enfoques que apuestan por la holisticidad del saber.
Hoy en día, el binomio Ciencia y Arte pareciera haber establecido un acuerdo de reconciliación, o quizás, de cese al fuego, ataques no provenientes del arte sino de las élites que asumen a la ciencia como práctica de pocos, las cuales, además, se resisten a asumir como válido y fiable todo conocimiento derivado de métodos interpretativos, de allí que, no en todos los espacios científicos el arte posee la misma receptividad.
Indice
¿Qué es el ARTE?
Ante la complejidad del asunto, es conveniente establecer una postura sobre el significado de ARTE, para poder comprender las interpretaciones sucesivas. El ARTE es definido por el Diccionario de Oxford Languages, en su primera acepción, como: “Actividad en la que el hombre recrea, con una finalidad estética, un aspecto de la realidad o un sentimiento en formas bellas valiéndose de la materia, la imagen o el sonido.”
Partiendo de esta acepción, se pueden extraer tres categorías que valdrían la pena repensarlas en el campo de la ciencia y sobre todo bajo la lupa de la concepción heredada del positivismo lógico, se listan: (a) estética, (b) sentimiento y (c) belleza; significados estos que impiden la objetivación del conocimiento defendida a ultranza por el círculo de Viena y sus adeptos neopositivistas.
En resumen, es de dominio público y notorio que las artes se clasifican en: arquitectura, escultura, danza, música, pintura, literatura y el cine, denominado este último como el séptimo arte. Ante esta taxonomía artística emerge la pregunta ¿permitiría el paradigma positivista la inclusión de una pintura, de una escultura, o más común aún, de una fotografía como referente que pudiese servir de episteme al conocimiento que se pretende generar en la investigación? Lee hasta el final y construye tu propio argumento.
¿Tiene sentido hablar de ARTE en el paradigma positivista?
Para el positivismo lógico, neopositivismo o paradigma de la racionalidad científica, las matemáticas constituyen su máxima expresión en términos de lenguaje, el medio que le permite medir y comprobar; y el arte en esencia no es susceptible a medición y corroboración matemática, entonces, desde la premisa materializada por Planchart (2013, p.56) en su obra, en la cual asienta que “el método matemático cuantitativo se convierte en la esencia de la ciencia, y la verdad se encuentra asegurada en las matemáticas”; el arte queda en el exilio ante su imposibilidad de trasmitir certeza a través de operaciones matemáticas o probabilísticas. [Puedes leer: «Dilemas epistemológicos en las ciencias sociales»]
Sin embargo, hoy en día, es de común observancia la proliferación de recomendaciones orientadas a la necesidad de inclusión del Estado del Arte en los trabajos o proyectos de investigación que se realizan en los contextos universitarios. Tutores o asesores, así como estudiantes que han recorrido el camino de presentación de la investigación como opción de grado en sus distintos niveles, exclaman: ¡Debes incluir en el marco teórico el Estado del Arte! Pero…
¿Qué es el Estado del Arte?
¿Para qué sirve el Estado del Arte?
¿Sustituye a los Antecedentes de la Investigación?
Veamos.
En primer lugar, se inicia este periplo argumentativo con los postulados de Molina (2005, p.74), para quien el Estado del Arte “es un estudio analítico del conocimiento acumulado que hace parte de la investigación documental”. Es decir, representa un estudio con metodología propia centrado en el análisis de documentos impresos o digitales que busca conocer cuánto conocimiento se posee en un área del saber.
Esta perspectiva coincide con la de Galeano y Vélez (2002, p.1) para quienes el Estado del Arte “es una investigación documental sobre la cual se recupera y trasciende reflexivamente el conocimiento acumulado sobre determinado objeto de estudio”. En la misma línea, Hoyos (2000) expresa que el Estado del Arte también es una investigación con desarrollo propio que se asienta en el campo de la investigación documental.
Pero, el tutor/asesor me exigió – cuenta María en un comentario a través de Facebook– que en el marco teórico de mi investigación descriptiva construyera el Estado del Arte. Busca -exclamó- cuatro investigaciones realizadas por terceros, con una antigüedad no mayor a 5 años, y en ellas colocas los autores, el año, el título, el objetivo del estudio, la metodología aplicada, los resultados y las conclusiones.
La respuesta es ¿Sí?
Lo anteriormente expuesto por María en su comentario publicado en un grupo de Facebook, no representa un Estado del Arte, sino un Antecedente de Investigación. Veamos las razones:
Retomando los aportes de Molina (2005), en el Estado del Arte se trata es de hacer una investigación de la investigación, donde el conocimiento inventariado se examina desde un enfoque hermenéutico que reidee nuevas formas de hacer ciencia.
Incluso, para ser más contundente, Medina (2004) afirma que el Estado del Arte constituye una investigación cualitativa con enfoque hermenéutico, que tiene el propósito de interpretar el material bibliográfico, mientras que a la investigación documental la concibe como una revisión sistemática del material para contextualizar el objeto de estudio.
Esta afirmación, valida la imposibilidad de inclusión forzada del ARTE dentro de la racionalidad del empirismo lógico, pues irrumpe en esencia y principio con los postulados de dicho paradigma.
En consecuencia, se asume el Estado del Arte por su dimensión ontológica y epistémica desde un enfoque interpretativo, y su resultado, simboliza una creación artística, dado que ha captado y reconstruido la realidad presentada por otros -hacedores de ciencia- de forma estética, valiéndose de: documentos, fotografías, audios, grabaciones o cualquier otra fuente que proporcione información susceptible a ser interpretada, con la intencionalidad de comprender, en armonía, el fenómeno en estudio. Además, posee método propio.
¿Cómo construir el Estado del Arte?
¿Cuáles son sus pasos?
Gómez et al. (2015), plantean desde una visión conciliadora en relación con las acepciones anteriores, que el Estado del Arte es una metodología de investigación cualitativo-documental, la cual posee 4 niveles según su finalidad y 3 fases para alcanzar dichas intenciones.
En cuanto a la finalidad, se presentan los niveles de la siguiente manera:
Fuente: Adaptación, Niveles del Estado del Arte (Gómez, et al. 2015)
En cuanto a las fases del proceso, los autores Gómez et al. (2015), señalan que la primera fase es la planeación, la segunda fase es el diseño y gestión y la tercera fase corresponde al análisis, elaboración y formalización.
Por su parte, Molina (2005, citando a Vélez y Calvo, 1992 y a Cabra, et al.,2003), establece los siguientes pasos:
Fuente: Adaptación, Pasos del Estado del Arte (Vélez y Calvo, 1992; Cabra, et al., 2003)
¡Pero, desde este planteamiento, no es lo mismo un Estado del Arte que un Antecedente de la Investigación! Correcto, no lo es.
¿Qué son los Antecedentes de la Investigación?
¿Para qué sirven?
Existe un concepto acuñado por Thomas Kuhn que sirve de andamiaje para la inclusión y aceptación de los antecedentes de la investigación en cualquier estudio, este es el de Ciencia Normal.
Para el filósofo, la ciencia normal significa “investigación basada firmemente en una o más realizaciones científicas pasadas, realizaciones que alguna comunidad científica particular reconoce, durante cierto tiempo, como fundamento para su práctica posterior”. (Kuhn, 2004, p. 32).
Esto implica que, el investigador ha de fundamentar su búsqueda a partir de los avances que se han obtenido en investigaciones previas relacionadas con su tema en estudio. Sin lugar a dudas, este ejercicio representa una visión acumulativa del conocimiento científico.
Sobre el asunto, Lerma (2016) refiere a los antecedentes de la investigación como el resumen de los resultados que fueron encontrados por otros investigadores sobre temas semejantes.
En definitiva, conviene explicitar la estructura con la cual deben plantearse los antecedentes de investigación, a objeto de evitar el error de copiar y pegar el resumen de las investigaciones publicadas, sin examinar la existencia de cada uno de los nodos o aspectos que integran dichos antecedentes.
Figura: Nodos de los antecedentes de la investigación. Fuente: Elaboración propia (2021)
¿Cómo se construyen los Antecedentes de la Investigación?
Nodos o aspectos a tener en cuenta, sobre todo por parte de los investigadores noveles:
1) Especificar la procedencia de la investigación, es decir, si fue desarrollada en contextos internacionales, nacionales o locales.
2) Autor(es); apellido de el o los autores que publicaron el estudio. Se puede agregar país o revista donde se publicó a objeto de identificar si su procedencia es internacional o nacional. Todo depende del manual de presentación de trabajos de grado de la casa de estudios.
3) Año de publicación; no exceda de 5 años a objeto de consultar los últimos hallazgos encontrados sobre el tema en común. En caso de querer incluir un estudio de mayor data, debe justificar ante el jurado el por qué de la necesidad, cuál es el aporte imprescindible.
4) Título de la investigación.
5) Objetivo del estudio. En los artículos se encuentra en el resumen o al final de la introducción.
6) Teóricos principales utilizados en el fundamento teórico; esto orientará al investigador a conocer o a buscar autores representativos sobre el tema y de los cuales no poseía idea de existencia.
7) Metodología; para conocer la ruta seguida en el estudio. Esto permitirá conocer el cómo se llegó a los resultados, e incluso a elevar el rigor científico para obtener aportes novedosos y originales. Así como, evitar la duplicidad de estudios.
8) Los resultados, saber qué hallazgos se obtuvieron.
9) Conclusiones; deben ser claras y explicativas, en función del objetivo del estudio. Una conclusión escueta dificultará la discusión posterior con los nuevos resultados encontrados por el investigador.
10) Explicitar el aporte que dicho antecedente representó para el presente estudio.
Como se pudo evidenciar, los antecedentes de la investigación poseen dos intencionalidades centrales. Antes del constructo teórico y luego del tratamiento de los datos:
La primera orienta al investigador sobre los autores representantes de la teoría, el camino metodológico recorrido, los resultados obtenidos y los vacíos que aún existen para poder profundizar en ellos; la segunda, permite contrastar o confrontar esos resultados y sus conclusiones con los resultados del estudio actual, cuyo fin será establecer convergencias o divergencias que permitan la mayor comprensión del fenómeno.
CONSIDERACIONES FINALES
1. El Estado del Arte constituye una investigación documental que compila, organiza, analiza y extrae los significados conceptuales sobre el tema de interés proporcionados por otras investigaciones, es decir, realiza una pesquisa de las investigaciones existentes sobre un tema, las clasifica según contexto, tiempo y enfoque para luego reconstruir el significado desde la perspectiva del investigador, permitiéndole alcanzar otros niveles de profundidad y experticia en el área del saber. [Verificar la validez de los documentos tomados de la web]
2. Las intencionalidades del Estado del Arte, son: (a) recopilar documentos, fotos, audios, videos y toda fuente que brinde información sobre el fenómeno, (b) organizar el conocimiento existente, dado que puede estar disperso; (c) identificar el conocimiento que se posee sobre el tema de interés, sus alcances; (d) determinar el conocimiento que se requiere; (e) sugerir nuevas investigaciones en función a los vacíos detectados; y (f) reconstruir el significado de conceptos desde su origen hasta la tendencia actual, según el tiempo, espacio y enfoque.
3. El Estado del Arte posee método propio, se asume el propuesto por Vélez y Calvo (1992): (a) contextualización, (b) clasificación, (c) categorización y (e) creación de saberes o análisis, este último propuesto por (Cabra et al., 2003; en Molina, 2005).
4. El Estado del Arte puede asumir como técnica de análisis de sus fuentes la hermenéutica o el análisis de contenido, entre otras. Como instrumento, la matriz bibliográfica, la matriz de análisis, guías de análisis, entre otros.
5. La intención final de la construcción de un Estado del Arte, carece de la aspiración de ser un apartado o una sección de otra investigación. Si algún investigador, quisiera apropiarse de las contribuciones que brinda el Estado del Arte, su «producto final» pudiera estar inmerso en el marco conceptual de otro estudio afín. Recuerda que el Estado del Arte es una metainvestigación, es decir, utiliza sus recursos para investigar a las investigaciones desde su historicidad.
6. El Estado del Arte no sustituye al apartado Antecedentes de la Investigación, por las siguientes razones: (a) el Estado del Arte no es un apartado; (b) el Estado del Arte se orienta más hacia métodos cualitativos (Medina, 2004); (c) la estructura y la finalidad entre ambos son diferentes.
7. Los antecedentes de la investigación, sí representan un apartado de un estudio y busca orientar al investigador sobre los autores representantes de la teoría, el camino metodológico recorrido, los resultados obtenidos; además de permitir contrastar o confrontar esos resultados y su conclusión con los resultados del estudio actual, cuyo fin será establecer convergencias o divergencias que permitan la mayor comprensión del fenómeno.
REFERENCIAS
Cabra, M. et al. (2003). Estado del arte de los proyectos de Grado de los postgrados de la Facultad de Educación de la Universidad de San Buenaventura durante el periodo comprendido entre 1989 y 2002. Bogotá: Universidad de San Buenaventura.
Galeano Marín, M. E. y Vélez Restrepo, O. L. (2002). Estado del arte sobre fuentes documentales en investigación cualitativa. Universidad de Antioquia. Centro de Investigaciones Sociales y Humanas.
Gómez Vargas, M., Galeano Higuita, C., & Jaramillo Muñoz, D. A. (2015). El estado del arte: una metodología de investigación. Revista Colombiana de Ciencias Sociales, 6(2), 423-442. [Enlace]
Hoyos Botero, C. (2000). Un modelo para investigación documental: guía teórico-práctica sobre construcción de Estados del Arte con importantes reflexiones sobre la investigación. Señal Editora.
Kuhn, T. S. (2004). La estructura de las revoluciones científicas. Fondo de cultura económica.
Lerma G., H. D. (2016). Metodología de la investigación: propuesta, anteproyecto y proyecto. Ecoe Ediciones.
Medina M., S. I. (2004). Función social del psicólogo clínico: estado del arte. (Trabajo de grado inédito). Universidad San Buenaventura.
Molina M., N. P. (2005). ¿Qué es el estado del arte? Ciencia y Tecnología para la salud Visual y Ocular, (5), 73-75. [Enlace]
Planchart, J. (2013). Problemas epistemológicos: tradición, innovación progreso y status ontológico de la estructura. Editorial Julio Planchart.
Vélez, A. y Calvo, G. (1992). Estado del Arte Maestría en Educación. Universidad de La Sabana.